José Piñera: el hombre de la libretita

Por Andrés Dauhajre, (Doctor en Economía de la Universidad de Columbia y Director Ejecutivo de la Fundación Economía y Desarrollo).


[Publicado en el "Listín Diario", 24 de febrero de 1998, República Dominicana]


Esta es una breve crónica del impacto que está teniendo alrededor del mundo una idea que surgió en Chile, el pequeño y frío país del gran poeta Pablo Neruda, para resolver definitivamente uno de los problemas más serios que afecta a la humanidad: la inseguridad de los trabajadores del mundo durante su vejez.

Sostengo que si los trabajadores del mundo fuesen miembros del Jurado que concede anualmente el Premio Nóbel de Economía, el hombre de la libretita sería el seguro ganador.

En la ruta

El ministro de Seguridad Social de China se entera de que está en Shanghai. Toma un avión desde Pekin, bloquea el acceso al piso del Peace Hotel en el famoso Bund, donde se encuentra su habitación, y se encierra con José Piñera para hablar sobre el sistema que él implementó en su país hace casi dos décadas y que ésta siendo establecido en un número cada vez mayor de países alrededor del mundo. Al final se despiden, no sin antes el Ministro haber seleccionado con los ojos cerrados, una de las famosas libretitas. Al seleccionar la de color rojo, todos los asistentes no pudieron contener la carcajada.

El primero de enero de este año, Kazakhstán se convirtió en la primera de las ex-repúblicas soviéticas en establecer el sistema de la libretita. Este es un nuevo país de Asia Central, con una población de casi 17 millones y un territorio cinco veces mayor que el de Francia.

Muchos visistan Chile para ver su obra en funcionamiento. Uno de los últimos en hacerlo fue Boris Nemtsov, el vice primer ministro ruso, el tercer hombre más fuerte de Rusia luego de Yeltsin y el primer ministro Chernomyrdin. Su sistema está quebrado y han oído maravillas del sistema de la libretita que implementó este Doctor en Economía de la Universidad de Harvard en su país.

John Kasich, presidente de una de las más poderosoas comisiones de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, luego de haber escuchado su testimonio en el Congreso norteamericano, le escribe una carta donde le dice que su mensaje ha transformado, de manera fundamental, el debate de la Seguridad Social en los Estados Unidos y que espera poder trabajar con él en los próximos meses.

En 1995, la revista Time publicó una encuesta realizada por Third Millennium en los Estados Unidos la cual reveló que el 46% de los norteamericanos entre 18 y 34 años creen que los OVNIS existen, pero sólo el 28% cree que recibirán un cheque del Social Security, el sistema de pensiones estatal, cuando ellos se retiren. A partir de ese momento, los medios de comunicación en los Estados Unidos han prestado creciente atención a la quiebra inminente de este sistema que representa la partida de gasto gubernamental más grande del mundo.

El conocido programa 20/20 de la cadena ABC que produce Bárbara Walters dedicó un segmento completo a analizar el problema y presentar la solución de este misionero y trotamundo liberal. Después de escucharlo y verlo debatir en los más importantes centros de discusión en los Estados Unidos, el conductor, el premiado periodista John Stossel, viajó con su equipo a Chile. Hablando directamente con el pueblo en las calles, pudo comprobar la satisfacción de hombres y mujeres trabajadoras de ese país en desarrollo con el sistema de la libretita.

Es la primera vez en la historia, probablemente, que una idea surgida en un país en desarrollo convoca tan inusitada atención en los países desarrollados.

El impacto de este mensaje fue tan notable en Inglaterra, que el ex-Primer Ministro John Major, antes de partir, anunció la decisión del gobierno británico de reformar el sistema de seguridad social en su país, para lo cual utilizarían el modelo de la libretita.

Pero como señalan Yergin y Stanislaw en su libro "La Batalla entre el Gobierno y el Mercado que está cambiando el Mundo Moderno," el modelo de la libretita no solo se analiza en Inglaterra. Hasta la propia Alemania de Bismarck ha comenzado a estudiar y evaluar el innovador sistema, el cual, a diferencia del bismarckiano, es inmune al virus de la inviabilidad financiera.

En América Latina, el continente de José Piñera, muchos comienzan a percibirlo como un héroe. Los presidentes de Argentina, Perú, Colombia, México, y El Salvador, le abrieron las puertas de sus despachos para escuchar el mensaje de este creyente en la libertad y defensor de los derechos y el bienestar de los trabajadores del mundo. Visitas extraordinariamente productivas. Todas dieron paso a reformas de los sistemas en colapso y a su sustitución parcial o completa por el sistema chileno. Uno de estos presidentes declaró que ya podía morir tranquilo pues había dejado un legado histórico a los trabajadores de su país: un sistema que le garantizaría una vida digna en la edad de retiro.

En República Dominicana

En nuestro país, la República Dominicana, en 1991 lo invitamos a dictar una conferencia sobre otra de las grandes reformas que él ejecutó en su país, la del mercado laboral. Se enamoró de las playas dominicanas y de las canciones de Juan Luis Guerra. Prometió que volvería. Cumplió su promesa y vino la semana pasada, a participar en un Seminario de la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios. Al insistente y dinámico Eduardo Grullón y a mi nos dio trabajo penetrar en su abultada agenda y abrir un hueco para que viniese a Santo Domingo a explicar la más trascendental de sus reformas, la de la libretita.

Luego de conversar franca y humanamente con los representantes de los trabajadores dominicanos, fue recibido por el Dr. José Francisco Peña Gómez, líder del Partido Revolucionario Dominicano y Presidente de la Internacional Socialista. El líder socialista le confesó que en sus encuentros con los socialistas y sindicalistas chilenos, su reforma era reconocida como beneficiosa para los trabajadores y para la economía de ese país. Meses antes de su venida al país, Peña Gómez había alabado públicamente el impacto positivo que la reforma del visitante había tenido sobre el ahorro interno y el crecimiento económico en el país de origen de este misionero de la libertad.

Esa tarde, y durante una conferencia de casi dos horas entre la exposición y la animada sesión de preguntas y respuestas, este héroe latinoamericano conmovió a más de 800 trabajadores y empresarios que pudieron ver en una sola persona la armonía del discurso y la acción que se necesita para modernizar la economía y la sociedad latinoamericana.

Domingo Jiménez, uno de los más jóvenes, transparentes y prometedores sindicalistas dominicanos, le pidió al conferencista que leyese una declaración suya en la que manifestaba estar convencido de que si a los trabajadores dominicanos se le otorgaba la libertad de elegir entre el sistema de reparto del IDSS (Instituto Dominicano de Seguridad Social) y el sistema de la libretita, todos escogerían el sistema de la libretita. En otras palabras, ningún trabajador optaría por aportar una parte de su salario a ese hoyo negro donde todo se pierde que administra el IDSS. Entre un "impuesto" y una cuenta de ahorro e inversión registrada en una libretita de su propiedad, todos los trabajadores optarían por la libretita. Los compañeros de faena de Domingo, apoyaron el pronunciamiento y reconocieron que la opción del sistema híbrido o mixto que ellos inicialmente apoyaron, no es la que verdaderamente conviene a los trabajadores dominicanos. Pudieron percibir, gracias a la coherencia, sinceridad y claridad de los planteamientos del conferencista, que el sistema de la libretita, con una supervisión estricta del Estado y con los componentes de solidaridad que el mismo asume como necesarios, es la opción más conveniente para los trabajadores dominicanos.

¿Quién es este latinoamericano que ha logrado exportar una idea que se propaga y penetra las fronteras de todos los países de la tierra, sin importar si los regímenes son de izquierda, centro, o derecha? ¿Quién es este personaje que esta mostrado al mundo lo que somos capaces de crear y ejecutar los latinoamericanos para resolver problemas utilizando mecanismos compatibles con los principios de la Libertad?

José Piñera es el padre de la reforma del sistema de pensiones que tuvo lugar en Chile en 1980 y que se esta propagando por todo el mundo. Los que hemos tenido la dicha de compartir con él, hemos podido percibir lo que resulta cuando en un sólo hombre se conjuga la sabiduría con la humildad, lo técnico con lo humano, el pragmatismo con la teoría, y la racionalidad con la solidaridad.

Gracias José por haber venido una vez más a nuestra República Dominicana. Gracias por tus elogios a Punta Cana y a Juan Luis Guerra, símbolos de lo que ofrece nuestra tierra a los habitantes del mundo. Pero ante todo, gracias por haber reivindicado, valorado y defendido a los trabajadores dominicanos. Gracias por pedir que a los trabajadores dominicanos se les otorgue el derecho y la libertad de elegir el sistema de pensiones al que deseen acogerse. Gracias por haber reclamado para ellos el derecho a disfrutar, en su edad de retiro, de una vida decente, al igual que disfrutarán todos los trabajadores del mundo que hayan hecho de tu libretita su pasaporte al retiro en dignidad.

Te exhortamos a seguir en tu misionera labor. Quizás nunca te otorguen el Premio Nóbel de Economía. Sabes bien que la Academia está más interesada en la construcción de modelos matemáticos esotéricos que en las soluciones prácticas que economistas como tú han diseñado y ejecutado para uno de los problemas más serios que enfrenta la humanidad: la quiebra de la Seguridad Social a nivel mundial.

Puedes estar seguro que si los trabajadores del mundo que se han beneficiado de tu libretita fuesen miembros del Jurado, el Nóbel sería tuyo. Tu verdadero premio es el agradecimiento de millones de trabajadores alrededor del mundo por tu aporte a la solución del problema de la inseguridad durante su vejez.

Las ideas del siglo 19 de Bismarck han predominado durante la mayor parte del siglo 20. Las tuyas, José Piñera, nacidas en las postrimerías del siglo 20 en ese pequeño y frío país de Neruda, predominarán en el siglo 21, para bien de todos los trabajadores del mundo.

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