ECONOMIA Y SOCIEDAD EN INTERNET
14 de Marzo, 2002

MUERTE DE JEFFERSON Y ADAMS
por José Piñera

Cuando el 4 de Julio de 1826 se cumplía exactamente medio siglo desde la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, sobrevivían sólo 3 de sus 56 firmantes.

Uno de ellos era quien la había redactado, Thomas Jefferson. El día anterior, agonizante, había recobrado por un instante el conocimiento y había preguntado si ya había llegado "el Cuatro".

Al mediodía del "Cuatro", moría en su querido Monticello, la maravillosa casa que se construyó sobre un monte desde la cual podía observar otro de sus legados, la Universidad de Virginia.

Otro hecho extraordinario ocurría ese mismo día en Quincy (Massachusetts), a 500 millas de distancia. Agonizaba John Adams, otro de los tres sobrevivientes.

Si Jefferson fue la pluma, Adams fue la voz que defendió la Declaración en el Congreso Continental.

Al atardecer, y por supuesto sin saber de la muerte de quien había sido el tercer Presidente (sus últimas palabras fueron "y Jefferson sobrevive"), moría el segundo Presidente de EE.UU. (tras George Washington).

Que extraordinarias coincidencias. Dos de los más grandes entre los Founding Fathers morían el mismo día.

Y era el día en que el nuevo país celebraba el medio siglo de la Declaración de Independencia, de la cual uno había sido la pluma y el otro la voz, y por la cual, junto con otras 54 personas, ambos habían comprometido su "vida, sus patrimonios, y su sagrado honor".

 

 

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